Les dicen los “pollos”, y hay motivos de sobra. Son los nuevos alumnos del colegio, llegan a primero medio y por sobre todo, su vestimenta no los hace pasar inadvertidos. A diferencia de sus compañeros más antiguos, durante su estadía en el instituto -mientras llevan a cabo sus tareas- visten un peto amarillo, que en el pasado le dio origen a este cariñoso apodo.
En ese grupo destacan los 14 jóvenes de la provincia de Choapa (9 de Los Vilos, 4 de Salamanca y 1 de Illapel), que a fines de 2008 tras cumplir un exhaustivo proceso de selección, fueron becados por la minera para incorporarse a contar de la primera semana de marzo a uno de los establecimientos más prestigiosos del país en formación agrícola.
El apodo de “pollas”, no les incomoda. Se sienten identificadas y como negarse a la obviedad dice Sheila Ávalos de Los Vilos, sentada en los pastos del Instituto mientras es rodeada por sus compañeras y amigas inseparables desde que ingresaron a la pasantía: “Es bonito aquí, además uno entra aquí y tiene que salir con el título. Para eso viene aquí uno, uno viene a aprender. Nos hemos apoyado harto con las niñas. Es todo bonito acá. De primera siempre es difícil pero uno dice que puede hacerlo. Hay que aprender de la experiencia. De los errores se aprende”.
El grupo lo conforman Aline Reinoso, Alejandra Pérez, Darinca Berra, Esther Trigo y Sheila. Con dos semanas en el Instituto, se han hecho amiguis, pero también han debido sortear una serie de exigencias propias de la pasantía, cuenta el profesor Juan Carlos Toro, integrante del equipo de producción del IAPB y responsable de los nuevos estudiantes.
“Esta semana es básicamente, es una semana de aclimatación para que vayan conociendo las condiciones del campo, muchos no conocen la vida del campo, el trabajo que hay que hacer, que vayan conociendo el reglamento, el comportamiento que deben tener aunque estén al aire libre porque es nuestra gran sala de clases. Ellos empiezan con labores bastante básicas y de forma paulatina de mayor complejidad”.
“Ha sido súper bonito”
En este período los 14 alumnos participan de la cosecha de uva o frutilla, trasladan cajas, ralean, limpian la maleza o enfrentan sus primeras atenciones a público en su rol de ayudantes de la sala de ventas con la que cuenta el establecimiento. Alejandra Pérez de 14 años es de Los Vilos. Nunca atendió a público y reconoce que es entretenido aunque está sólo para ayudar.
“Siempre nos dan lo más fácil, pero estar al sol a veces es aburrido. Pero eso pasa. Yo quiero seguir. Yo lo pensé harto antes de postular aunque se me hace difícil estar sin mi familia. Son solo dos semanas y se pasan volando. Uno tiene que hacer lo que ellos nos dicen y hay que entender las cosas”, dice convencida Alejandra, dejando entrever que la decisión tomada fue la correcta.
Esther Trigo tiene 14 años y es de la localidad Zapallar en Salamanca. De su pasantía por el Instituto dice que lo mejor fue el trato recibido por sus compañeros y profesores, aunque reconoce que esta nerviosa: “Ha sido súper bonito, me he acostumbrado harto, no pensé que serian tan sociables con nostras, nos han acogido súper bien, son súper simpáticos con nosotras”.
Los 14 estudiantes favorecidos por Minera Los Pelambres a través de su beca, se incorporan esta semana a clases en un régimen de internado junto a los alumnos más antiguos.
Los beneficiados con la beca Minera Los Pelambres acceden a la cobertura en un 100% de su alimentación, hospedaje, uniformes, cuota de Centro de Padres, materiales de estudio y transporte. Este beneficio cubre los años normales de enseñanza media y el período de práctica del alumno. Ya son nueve las generaciones y 148 los alumnos favorecidos con la beca de la empresa. 50 de ellos egresados y a los que se suman 11 en 2008.
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