Los proyectos fueron financiados por Minera Los Pelambres, donde el 60 por ciento de los trabajadores son de la zona.
Esteban y Joaquín están de vacaciones de invierno, y se nota a simple vista en su caminar desordenado mientras patean una vieja pelota de básquetbol por las calles de Coirón sin rumbo fijo.
Ambos cursan sexto y quinto básico en la escuela local y pese a su envidiable relajo infantil, no están ajenos a los cambios que se aproximan en el pueblo. Claramente dimensionan las innumerables ventajas que les traerá a ellos y sus familias la pavimentación de la calle principal y el acceso a su colegio. Obras que también se llevan a cabo en Tranquilla.
“Eso es bueno porque ahora que no está pavimentado nos embarramos y llegamos todos sucios a la escuela. Más tranquilo así… no se embarra, no nos resbalamos con el barro. Y llegamos más rápido”, dice Esteban Arredondo de 11 años.
Por su parte Joaquín García, de 10 años, relata que en ocasiones su hermana Florencia de cinco años -que asiste al jardín- no puede ir a la escuela por la cantidad de barro que se acumula en el invierno.
“Ahora será mejor porque cuando está lloviendo las posas se llenan de agua y con el cemento no, se van para abajo”, cuenta Joaquín.
Los trabajos, que se desarrollan desde principios de mayo y concluirán en septiembre en ambas comunidades, responden a las aspiraciones que los vecinos y Minera Los Pelambres recogieron en la construcción de su Proyecto Integral de Desarrollo (PID), que busca mejorar las condiciones de vida de las localidades cercanas a las operaciones de la compañía.
Generando oportunidades
En las localidades de Coirón y Tranquilla viven cerca de mil 500 personas. Los ingresos económicos de ambas comunidades, así como su progreso, están sujetos a la actividad agrícola, caprina y minera. En su permanente preocupación por aportar al desarrollo de las comunidades vecinas, la compañía se ha enfocado en generar las oportunidades necesarias para apoyar las pretensiones de cada comunidad en el marco de una política de Desarrollo Sustentable que involucre equitativamente el crecimiento y desarrollo social de su entorno, el cuidado del medioambiente y el progreso económico.
Para la ejecución de las obras de pavimentación, que además contemplan la construcción de soleras, cuatro refugios peatonales y el mejoramiento de los pasos de agua, se demandó una total de 38 personas. El 60% de ellas proviene de la zona.
Marcos Saavedra, tiene 27 años y es nacido y criado en Coirón. Tiene dos hijos y se desempeña como jornalero en las faenas. Consultado sobre los alcances económicos y sociales de este trabajo, comentó que “ya no va a haber problemas con el agua, los cabros chicos con el barro en el colegio, la gente con el polvo que esta más cerca de la carretera y para la comunidad es un progreso más… de a poco se empieza. Yo cuando era pequeño vivía a dos kilómetros de acá y tenia que desplazarme de a pie o en bicicleta… mis hijos ya no se van a ensuciar con barro, es mejor para el tránsito de vehículos.
Obras
Las obras contemplan una cobertura asfáltica, instalación de soleras y aceras peatonales; el remplazo de todas las tuberías que atraviesan el camino en ambas comunidades, y la construcción de fosos revestidos para el drenaje de aguas lluvias y 4 refugios peatonales para la locomoción colectiva. La duración de los trabajos se estima en cuatro meses y son ejecutados por la empresa colaboradora de Minera Los Pelambres, Maserco, y supervisado técnicamente por R&Q Ingeniería S.A. El tramo pavimentado en Coirón es de 1.284 metros y de 1.499 metros en Tranquilla.
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