En el mes de noviembre se tiene contemplada la segunda versión de la Feria Científica en Salamanca.
Acercar la ciencia y los cuidados del medio ambiente de manera didáctica y entretenida a la comunidad escolar, son algunos de los objetivos del programa “De Cordillera a Mar” de Minera Los Pelambres, que desde 2007 es ejecutado en 30 de escuelas de la provincia de Choapa.
El proyecto educativo cuenta con el patrocinio del Ministerio de Educación y es impulsado por la compañía -a través de Proed- para contribuir a mejorar la calidad de la enseñanza en todas sus formas, especialmente en aquellas en que el estudiante toma conciencia de las ventajas de un desarrollo sustentable de las actividades productivas ejercidas por el hombre.
En el marco de la tercera jornada de seguimiento de los avances del programa, Laura Anguita, directora de PROED, explicó que “en una segunda incursión en las actividades que propone el programa se van teniendo nuevas observaciones y estableciendo nuevas relaciones que por supuesto van en la vía de profundizar los conocimientos y su utilización en la vida cotidiana”.
Desarrollo sustentable a escala
Para el desarrollo del programa, en todos sus ciclos, los alumnos y profesores cuentan con un kit interactivo con mini paneles solares, motores, turbinas y molinos de viento para la generación de energías alternativas, limpias y renovables, que se aplican en los ejercicios desarrollados en clases.
“Este material, nos ha permitido entender de mejor forma el desarrollo sustentable, en este caso la energía solar. Transformarla en energía eléctrica y la utilidad que le podemos dar actualmente, que es muy escasa y debiera ser más masiva porque tenemos una estrella de una energía enorme que no aprovechamos”, sostuvo el profesor de ciencias de la escuela de Cuncumén, Rafael Varas.
En el caso de los estudiantes, estos pueden reproducir a escala parques eólicos o de energía solar, y de esta manera implementarlos en sus hogares. “La energía del viento puede producir energía eléctrica que gracias a las aspas y una turbina se produce la energía. Las aspas, deben tener un tipo de ángulo para que pueda captar bien el viento para que pueda funcionar más rápido y hay que probar con distintas aspas porque puede ser muy fuerte el viento y las puede quebrar”, explica Gerson Brito, de 12 años, estudiante de sexto básico de la escuela de esta localidad de la comuna de Salamanca.
CienciActiva: Ver para creer
Junto con explotar aptitudes científicas, la metodología participativa y práctica que propone el programa “De Cordillera a Mar”, también busca desarrollar el compañerismo y el compromiso de los escolares con el trabajo mancomunado.
Para Giselle Pereira, de 10 años, y alumna del quinto básico de la escuela de Coirón, la premisa popular, “Ver para Creer”, resulta fundamental en su disposición para enfrentar las clases.
“Es bonito porque uno va aprendiendo qué cosas puede hacer, porque si uno no hubiera estudiado esto no sabría como hacer estos experimentos. Uno mismo puede ver cómo se hace y replicarlo, porque si uno puede ver, puede decir que es mentira también”.
El compromiso de los estudiantes y su buen ánimo para enfrentar estas clases, queda reflejado en el caso de la profesora Graciela Ordóñez, de la escuela de Chillepín, que aplicó esta metodología en el Primer Ciclo básico del establecimiento, a través del experimento “Mi Parcelita”.
“A los niños les gusta trabajar al aire libre, con cosas prácticas y esto resultó porque tuvimos buenos resultados en el Simce. A ellos les agrada, esto es bueno para que puedan aprender bien. A los niños les gusta trabajar más así que estar en una sala sentados. Les gusta estar al aire libre, se comunican y son más expresivos, explicó la docente.
La fase final del programa “De Cordillera a Mar 2008”, será coronada durante la primera semana de noviembre, con la ejecución de la II Versión de la Feria Científica de Salamanca.
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