Reforzar sus potencialidades en calidad de emprendedoras y fortalecer sus capacidades personales son algunas de las metas del curso “Organización y Gestión Microempresarial”, que entrega Fundación Minera Los Pelambres -a través de la consultora Global 21- dirigida a las integrantes del taller de confecciones “Nerón” de Cuncumén.
Con casi un año de vida, esta microempresa del sector alto de la comuna de Salamanca, compuesta en su totalidad por mujeres de la localidad, se ha erguido como una opción real para los requerimientos de Minera Los Pelambres y sus empresas colaboradoras en la adquisición de ropa industrial. Su formación responde a la necesidad de un grupo de emprendedoras que vieron en el negocio una oportunidad de surgir junto a sus familias.
Desde su creación en junio de 2007, “Nerón” ha recibido el apoyo de las empresas Tecnasic y Movitec, las que aportaron con los cursos de capacitación y máquinas para la ejecución de sus trabajos.
El camino propio: La Microempresa
Actualmente Fundación Minera Los Pelambres a través de la consultora capitalina, Global 21, imparte todos los jueves un taller de gestión microempresarial que les permitirá sustentar en el tiempo el trabajo emprendido hace ya un año. El objetivo es capacitar y certificar en competencias relacionadas a la gestión, innovación y comercialización de los productos.
“La idea es fortalecer a la mujeres, mantener el grupo para que el día de mañana esta pequeña empresa les permita una entrada económica concreta. Encontrarse en un espacio donde compartan su realidad, entregar una herramienta productiva y de desarrollo personal. El desafío es que se den cuenta que pueden desarrollar empresa y ser pioneras”, explica la profesora Milene Palma, responsable del taller Desarrollo Personal e Inteligencia Emocional.
Eva Merino, es parte del grupo fundador del taller de confecciones Nerón. Sobre la capacitación destacó la posibilidad de descubrir los insumos que les faciliten a ella y sus compañeras desarrollarse como mujeres y emprendedoras.
“Ha sido muy bueno. Vemos que facilidades y dificultades tenemos para salir de la casa. Por ejemplo nosotras las que tenemos hijos chicos, a veces el marido, tenemos que aprender a salir de la casa”.
Por su parte, Cristina Valdivia, integrante del grupo original, se mostró agradecida de los conocimientos adquiridos en este período: “hemos ido avanzando lentamente desde que empezamos el curso de ropa industrial. La experiencia es que muchas de las socias no sabían nada, y ahora hay niñas que se han formado de cero y ahora saben coser bien. Ha sido enriquecedor para todos y la posibilidad de surgir y obtener un ingreso para la familia se valora”.
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